"Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos
La hora de partir, la dura y fría hora,
que la noche sujeta a todo horario
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Pablo Neruda
Cuando llegue la hora de partir, solo habrá un grito desesperado"
Los versos recitados por aquella horrible voz seguían en mi cabeza. Desde aquel momento cosas espantosas ocurrían en la casa. Entonces fue cuando llegó la maldita carta. No podía hacer nada, me fui de esa casa. Tenía miedo.
Era la tercera casa en un mes.Ya me despedía de ella, otra vez los ruidos que parecían viajar conmigo, y la carta que lo arruinaba todo.
Hacía siete meses que iba de una casa a otra, era la tercera de este séptimo mes. Volví a recordar los versos de aquella horrible voz, avisándome de que algún día moriría. Un pensamiento fugaz, fuera de lugar.No volví a pensar en ello, esperaba la carta que lo arruinaba todo, tenía otra casa preparada. Se había vuelto una rutina, pero nunca llego una carta numero 21, solo un grito desesperado.