dijous, 7 de gener del 2016

De mano en mano


Era el peluche favorito de mi ama, Oihane. Ella siempre me llevaba consigo. Me abrazaba y me mimaba, para ella era el mejor peluche del mundo mundial. No era el de última generación ni tenía la piel más suave, pero era blandito y sabía escuchar. Me llevaba siempre encima hasta que un dia conocio a un chico.Se llamaba Martín, y he de reconocer que tenía unos pocos celos de él porque se pasaban el dia juntos. Aun así, ella me guardaba y no me tiraba en un contenedor para que se pudriera.

Cuando Oihane llegó a los 21 años, dijo que ya no tenía edad para jugar conmigo. Entonces me pasó a Martín. No me fiaba de él, pero él hizo un gesto muy bonito, bonito para mi y para Naroa, su hermanita pequeña. A mi no tuvieron que tirarme y me convertí en el peluche favorito de mi ama, Naroa. Ella me lleva siempre consigo. La quiero mucho y ahora tengo el corazón dividido en dos: Naroa y Oihane.